miércoles, 6 de mayo de 2015

EL BRUXISMO Y SUS CONSECUENCIAS

            El bruxismo es una disfunción de la articulación témporo-mandibular (ATM) que consiste en apretar o rechinar los dientes. El nombre suena raro pero es más común de lo que parece en un principio. Seguro que más de un lector lo sufre y no lo sabe, o lo sabe y está un poco perdido.


            Los síntomas más comunes son el dolor en los laterales de la boca (maseteros) al despertar por la mañana o al final del día, junto con dolor facial y/o cabeza. También suele acompañarse de cervicalgias, dificultad al tragar sólidos, disminución de la apertura de la boca y sus movimientos.

El disco articular sufre el buxismo.
El bruxismo más llamativo es el “excéntrico”, que consiste en rechinar los dientes de manera inconsciente. Ocurre tanto de día como de noche, y es nuestra pareja quien nos alerta de ello por el ruido tan desagradable que produce. Otro signo evidente de este tipo de bruxismo es el desgaste dental, es decir, el aplanamiento de las cúspides dentales por el “molido” intenso al que las sometemos. Nos cuesta más masticar, tardamos más en comer alimentos fibrosos como la carne y nuestras digestiones se vuelven cada vez más pesadas. Es el dentista quien nos suele advertir del desgaste dental. 

El otro tipo de bruxismo es el “céntrico”, que consiste en apretar los dientes con fuerza. Igualmente ocurre de manera inconsciente y tanto de día como de noche. La consecuencia de este tipo de bruxismo es principalmente el dolor en la musculatura masticatoria de cierre. Yo lo llamo “dolor en tirante”, desde el ángulo de la mandíbula (gnion) hasta los laterales del cráneo en su región temporal, por detrás de las sienes.
Este tipo de bruxismo aparece más en tareas que requieren una mayor concentración o trabajos de precisión. Pueden llegar a aparecer grietas en el esmalte dental debido a la gran presión de la mordida (puede llegar a 77kg).

Sin embargo, lo más habitual es que el bruxista presente los dos tipos combinados, uno en mayor medida que otro, pero los dos.

Dientes dañados por el bruxismo.
El tratamiento más común para el bruxismo es la férula de descarga y en ocasiones, relajantes musculares más anlgésicos. Esto es insuficiente. El bruxismo requiere un tratamiento adecuado por parte de un equipo multidisciplinar  (Fisioterapeuta, Cirujano Máxilofacial, Odontólogo, Otorrino, Psicólogo...).  

En nuestro caso aplicamos técnicas de Osteopatía adecuadas a cada paciente tras una detallada valoración. También recomendamos o no el uso de la férula de descarga rígida, tanto de día como de noche si el caso es muy doloroso. Además, hay que insistir en el trabajo del paciente en casa y unas pautas de ergonomía que son fundamentales para la mejoría del paciente.


    
  






No hay comentarios:

Publicar un comentario