Los cólicos del lactante, entre otros, son el principal motivo
de consulta en Pediatría. Da igual que
los padres sean primerizos o no, la cara de agotamiento y las ojeras hacen
mella en los sufridos padres de un bebé con cólico del lactante.
Este cuadro aparece en bebés
desde el nacimiento hasta el 4º-5º mes de vida. Se caracteriza por un llanto
fuerte acompañado de flexo-extensión continua de sus piernas, abdomen duro,
exceso de gases y dificultad para expulsarlos, así como gran irritabilidad.
Suele ocurrir tras las
tomas y más en la tarde y noche, que es cuando su inmaduro sistema digestivo
está más sobrecargado.
Hablamos de diferentes
hipótesis para justificar los cólicos del lactante: inmadurez del sistema
digestivo y nervioso, intolerancias alimentarias, disfunciones en la columna
vertebral, posición fetal y canal del parto (irritación del nervio vago).
En consulta se evalúan las zonas de tensión y disfunción en el
niño, haciendo especial hincapié en el cráneo y sistema digestivo, sin olvidar
sus cervicales y diafragma. El tratamiento se compone de técnicas muy suaves y
precisas adaptadas al bebé. Cabe destacar que no se produce dolor en ningún
momento.
Otro aspecto importante es la
manera de dar el pecho o el biberón, así como los horarios de alimentación. Se
instruye a estos padres para que se realice de manera correcta.
Con todo ello se devuelve la
funcionalidad al organismo del bebé aliviando su sistema digestivo y
facilitando su descanso ...... y el de su familia también ;)