Las
cefaleas o dolores de cabeza son uno de los motivos más frecuentes de consulta
en el Osteópata o Fisioterapeuta. Todos padecemos de cefalea en algún momento de nuestra vida pero cuando
comienzan a ser intensas, habituales e interfieren en nuestro ritmo de vida,
comienzan a ser un problema.
Normalmente
el paciente ha pasado por la consulta del especialista, ha probado con
analgésicos y antiinflamatorios con pobre resultado pues se alivia el dolor
pero las crisis se vuelven a repetir.
Ya
hablemos de cefaleas tensionales, migrañas, jaquecas, cefaleas de origen dental
como en los casos de bruxismo (apretar, rechinar los dientes) o tras un
traumatismo en la cabeza, la osteopatía contribuye a mejorar el dolor, distanciar
las crisis de jaquecas y migrañas, disminuir el consumo de fármacos y mejorar
la calidad de vida del paciente.
El
tipo de cefalea debe ser diagnosticado pues no es lo mismo tratar una migraña
que una cefalea de origen dental. Por ejemplo, en el caso de migrañas y
jaquecas el Neurólogo pauta un tratamiento farmacológico específico. En el caso
de cefaleas de origen dental, trabajamos en contacto con el Odontólogo o
Cirujano Máxilofacial para adecuar el tratamiento a cada caso concreto.
En
el caso de cefaleas tensionales o posturales, puede ser necesario colaborar con
un Podólogo. Es decir, en caso necesario se trabaja con un equipo
multidisciplinar para dar el mejor tratamiento al paciente y lograr su mejoría
lo antes posible.
El
consumo continuado de fármacos no es aconsejable pues éstos se metabolizan en
el hígado. El hígado es el “laboratorio” de nuestro cuerpo donde los
analgésicos se procesan para poder ser eliminados del organismo. El consumo
abusivo de fármacos “satura el laboratorio” y el funcionamiento de nuestro
hígado se ve relentizado. De esta forma, nuestro organismo se ve “intoxicado”
de fármacos y puede tener problemas circulatorios, digestivos e incluso
interferir en el tratamiento con otros fármacos.
El
tratamiento con Osteopatía nos ayuda a disminuir o eliminar el consumo de
fármacos y a mejorar el funcionamiento de nuestro hígado y sistema
circulatorio, necesarios para la eliminación de cefaleas.
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