También llamado Síndrome
Cráneomandibular.
Con
frecuencia nos llegan a consulta pacientes diagnosticados por el Cirujano
Maxilo-facial con un: Síndrome Miofascial
de la ATM (aticulación témporo-mandibular). Estos pacientes llegan un poco
perdidos y asustados pues solamente el nombrecito se las trae.
Este
síndrome engloba un conjunto de síntomas que afectan a la ATM y se derivan en
dolor en la región del oído (muchos han pasado previamente por la consulta del
Otorrino), dolor en la cara, chasquidos al abrir y cerrar la boca, disminución
de la apertura oral, mareos, cefalea, cervicalgia, zumbido o presión en el
oído, tensión emocional generalizada si el cuadro lleva un larga evolución sin
diagnosticarse...
Cando
comenzamos a historiar a nuestro paciente podemos encontrarnos con un
traumatismo previo que lo justifique: puñetazo en la cara, caída con golpe
directo en la cara, latigazo cervical previo, intervención odontológica
prolongada...
Pero también
tenemos a muchos pacientes que no han tenido un traumatismo y se debe a otros
factores: bruxismo (apretar o rechinar los dientes) asociado a un estrés
emocional prolongado, ortodoncia en la adolescencia o en la edad adulta,
lesiones intraóseas de la mandíbula, artritis, lesiones craneales previas,
artrosis cervical...
En este
síndrome se manifiesta una alteración en la función del músculo que se traduce
en dolor, sensación de presión en la zona, puntos muy dolorosos a la palpación
(los puntos gatillo musculares*) y una alteración de la fascia* que envuelve al
músculo o grupo muscular afectado.
El paciente nos suele decir: "ME DUELE TODO Y NO PUEDO MÁS"
Por regla
general, los pacientes llegan con un tratamiento farmacológico prescrito y
algunos con una férula de descarga para la ATM. El fisioterapeuta valora y
explora al paciente para realizar un diagnóstico adecuado y plantear un buen
tratamiento ajustado a ese paciente.
En este tipo
de síndromes, los fármacos pueden ayudarnos de manera puntual pero nunca ser el
único tratamiento pues sólo conseguiríamos prolongar el problema y agravarlo.
De igual modo, la férula de descarga por sí sola tampoco nos soluciona el
problema. Debe ser tratado por un equipo multidiscilinar (fisioterapeuta,
médico, odontólogo, podólogo e incluso psicólogo si está indicado).
Con el
tratamiento adecuado y unas pautas de higiene postural, en el trabajo y en
casa, a la hora de comer y de descansar, los pacientes consiguen una notable
mejoría en la calidad de vida y terminan por dejar los fármacos casi o por
completo. En resumen, el paciente puede ser un poquito más feliz.
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Los puntos gatillo musculares los comentaremos
en un post. Son unos puntos que al presionarlos dan un dolor intenso y con una
irradiación propia de cada músculo en particular.
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La fascia también tendrá su post. Es como un
“pijama” que envuelve a los músculos y que también puede verse alterada pos
distintas causas. “Es un tejido vivo con memoria”.